¡Qué gran ola he divisado!, ¡qué gran ola he divisado en el mar!
Grande, gigante, ¡qué ola, vaya ola, menuda ola!
Cuando la vi pensé en las nubes, en el cielo, en las nubes del cielo.
Pensé en los árboles, en las ramas de los árboles, cuando el viento las agita.
Cuando vi la gran ola, cuando la divisé por encima de nada,
en el entorno que me rodeaba, lo vi, vi algo ¿Qué será?
Fue la más horrenda cosa que vi en mi vida, saqué los largavistas, mis largavistas,
esos que alargan la mirada hasta el mas allá, y entonces lo vi.
Un pequeño niño en lo alto de la ola, se iba a morir, moriría,
El niño era muy pequeño, no tendría, ni 2 años, y lo vi, sin poder hacer nada,
Sin yo poder hacer nada.
La ola se desparramó toda por las rocas, y recé y recé hasta que vi un gran artefacto, una lancha. Miré, y ahí estaba el niño, encima de la gran lancha,
Sano y salvo. Lloré, recé a Dios por haberle salvado, pero entonces…
Splash!!!!!!! Una gran ola se llevó la barca, y al pobre y pequeño niño.
Vicent Franch (1º ESO)
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